Tras firmar dos goles en media hora, Luis Díaz fue expulsado cerca del descanso por una entrada tardía en la zona de creación. La tarjeta roja llegó luego de revisión arbitral, encendió el debate en el Parc des Princes y obligó al Bayern a reconfigurar su plan con diez en cancha durante todo el complemento.
La acción ocurrió cuando el PSG intentaba salir por dentro; el colombiano llegó tarde al cruce y el juez consideró uso de fuerza excesiva. La reacción en la tribuna fue inmediata: silbidos, reclamos y un cambio emocional del partido, que pasó del control bávaro a una resistencia calculada.
Con la inferioridad numérica, el Bayern modificó alturas: bloque medio-bajo, líneas juntas y renuncia a ciertos saltos de presión. Los laterales ajustaron su agresividad para no dejar pasillos y el mediocentro se hundió entre centrales, formando una línea de cinco en fase defensiva.
El PSG ganó metros, activó centros laterales y forzó duelos en el área. Aun así, le costó encontrar remates de alta calidad por la densidad del visitante. Los despejes tácticos y la lectura de las segundas jugadas fueron claves para sostener la renta.
El episodio abre interrogantes disciplinarios. La UEFA evaluará el informe del árbitro para determinar si la sanción queda en un partido o se extiende, lo que condicionaría el calendario del Bayern en la fase liga.
Para Díaz, el contraste fue abrupto: de héroe del 2–0 a protagonista de la polémica. Sin embargo, su impacto quedó sellado en el marcador y en la estadística histórica de los 14 goles en la competición.
El tono del segundo tiempo también cambió la narrativa del PSG, que debió atacar estático ante un bloque bajo bien instalado. Faltaron rupturas al intervalo defensivo y claridad en la frontal para filtrar el pase definitivo.
Aun con el giro del partido, el visitante mantuvo el plan mental: detener el ritmo con pausas, faltas lejos del área y manejo de tiempos desde el banco. La gestión emocional fue tan importante como la táctica.
Reacciones
Especialistas arbitrales dividieron opiniones entre “temeraria” y “excesiva” la roja. Exjugadores reclamaron criterios consistentes para acciones similares en partidos de alta intensidad, donde el umbral de contacto suele ser alto.
Desde Múnich, el discurso fue de prudencia: respetar la decisión, revisar imágenes y preparar el próximo duelo con diferentes escenarios de disponibilidad para el colombiano.
Cierre
Entre golazos y polémica, Luis Díaz dejó la huella de la noche. Ahora, la lupa pasa al comité disciplinario.








